sábado, 30 de octubre de 2010
De maniana
Esclavos de nuestros errores, que a capricho, aparecen cuando el dulce sabor de la satisfaccion empieza apenas a ser paladeado, saboreado; les gusta la sorpresa, se deleitan con el tambaleo que provocan. Porque la repentina aparicion? Para reiterarse como lo que son? Como una advertencia? Nunca ovidarlos. Sin la presencia de tan lastimosas y enriquecedoras lecciones una mascara acompaniaria el andar. Benditos tropiezos, condicionan al 'ser' que a la luz de este dia es manifestado.
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Una de las más grandes satisfacciones radican en las espectativas, he aprendido a no hacerme espectativas de nada, así siempre hay una gran sorpresa. Aullidos para ti.
ResponderEliminarLos tropiezos nos muestran el camino que no alcanzamos a ver...
ResponderEliminarSin la conciencia de nuestros errores caminaríamos por una senda de vana ilusión que nos precipitaría al vacío...
O no... nunca estoy seguro de nada :P