lunes, 11 de abril de 2011

Limpiando la casa

¿Porqué carájos voy por la vida repartiendo tanto poder sobre mí, indiscriminadamente? Me caga dar poder y no conseguir después recuperarlo facilmente. Aunque recuperarlo facilmente no es tan dificil ultimamente. Si perfectamente sé lo que hago, qué me hago taruga. Si soy yo la que voltea, la que decide voltear a ver si esta poniéndome atención, hasta que me lo pesco. Si fuí yo, fuí yo la única que decidió me encabronaba que estacionara la camioneta encima del pasto, pasto amarillo que recibe ningúna atención salvo cuando la camioneta lo cubre; si soy yo la que se hace pendeja aunque el no dé señales de humo en dos semanas, lo sé perfecto. Si sabía que a los tres minutos o a los cuatro días después de, llamaría para hacerse presente con una estúpida y desgastada excusa, hasta nulo de creatividad el tipo, valiendole madre si acampaba en el lugar del supuesto encuentro; qué me hago pendeja, si la cita era a las 10 de la mañana y ya eran 9 con cincuenta y no me daba la gana meterme a la regadera, aunque en mente y secundada de mis palabras, decía "sí, claro. ahí te veo, estoy ansiosa por ello". Pobre, yo siempre tan solícita y comprensiva y con una increible fiaca por dentro; para qué desgastarme si sé que él quedará siempre mal, por el simple hecho de no responder habilmente a sus ofrecimientos. Es cierto, soy yo la que lo maquillé de Superman, si él siempre se ha manifestado de la misma manera, creo que necesito ir al oftalmólogo pronto.

Espacio compartido

La mezcla de olores aunado a la diversidad de voces que suben el volumen en espera de ser, cada una de ellas, la que capte la atención de la mayoria ahí presentes. A veces siento que vomito, aunque sean todos apreciados. ¿Qué no se dan cuenta de que en algunos momentos no me interesa si la amable vecina desea sanar un poco la cantidad de lastres que lleva a cuestas y el presentimiento de
tener que saldar deudas pronto la hace ir a repartir pequeñas donaciones de tiempo espacio materia y mentira?

Vuelo

Construir un sueño de momentos, momentos que quisieramos eternos;de emanaciones que recibimos del exterior. Esos destellos que iluminan hasta dentro de nosotros mismos tan profundo que tocan y alteran las entrañas. Esa captación, previamente condicionada por nuestro muy particular e inconsciente capricho, la queremos nuestra, poseerla siempre;ser dueñios absolutos de ese momento.

...

¿Porqué escencias, episodios y regalos de otras almas estarán condicionados por el tiempo y la circunstancia de determinado momento? ¿Porqué alguna ilusión presente, está vigente? Si a su ausencia da paso a la mutacion de emitirse de la misma manera.